martes, 19 de abril de 2011

La cafeína no es sólo un estimulante

La cafeína no es sólo un estimulante

Conclusión
El consumo de cantidades moderadas de cafeína 1) aumenta la disponibilidad de energía, 2) aumenta el gasto diario de energía, 3) disminuye la fatiga, 4) disminuye la sensación de esfuerzo asociado con la actividad física, 5) mejora el rendimiento físico, 6) mejora el rendimiento motor, 7 ) mejora el rendimiento cognitivo, 8) aumenta el estado de alerta, vigilia, y los sentimientos de "energía", 9) disminuye la fatiga mental, 10) acelera las reacciones, 11) aumenta la precisión de reacciones, 12) aumenta la capacidad para concentrarse y enfocar la atención, 13 ) mejora la memoria a corto plazo, 14) aumenta la capacidad de resolver problemas que requieren razonamiento, 15) aumenta la capacidad de tomar decisiones correctas, 16) mejora las capacidades cognitivas funcionamiento y la coordinación neuromuscular, y 17) en adultos no embarazadas sanas es seguro .

Productos comestibles menos saludables


Productos comestibles menos saludables

La consultora de salud australiana Sarah Luck publicó en la página de internet especializada en nutrición The-natural-health-hub.com una lista de los productos comestibles menos saludables que hay. Entre ellos destacan los aceites vegetales refinados y la fructuosa. Aquí te los presentamos junto a las razones que los hacen poco benéficos para el cuerpo.
Papas fritas y frituras. Un anuncio de la Fundación británica del corazón muestra a una niña bebiéndose un chorro de aceite y asegura: "lo que va en las papas fritas, va a tu organismo". Además agrega que estos productos se componen en un 33 por ciento de aceite. Por si fuera poco, un estudio de la Universidad de Harvard ha vinculado el consumo de papas fritas y frituras con la infertilidad femenina.
Margarina. Este apelativo designa a los "distintos tipos de grasas, de origen tanto animal como vegetal, usadas en sustitución de la mantequilla". Su producción inicia con aceite y utiliza leche, sal y emulsiones, además de un complejo procedimiento químico durante el cual las grasas naturales del aceite se convierten en grasas insaturadas.
En gran parte del mundo está prohibida su venta bajo el nombre de mantequilla. Si bien esta última puede aportar exceso de grasas y calorías, es significativamente más saludable que la margarina.
Aceites vegetales refinados. Por desgracia, esto incluye a la mayoría de los aceites de cocina que se venden en los supermercados. Ocurre que la manera más barata de extraer aceites se da a altas temperaturas e incluye desgomados con ácido fosfórico, neutralización con sosa cáustica, decoloraciones y desodorizaciones.
Todo ello resulta en mezclas que al descomponerse producen sustancias tóxicas, como la acroleína. El consumo de estos aceites ha sido relacionado a la incidencia de cáncer, alergias y enfermedades del corazón, entre otros malestares. Sólo los aceites vegetales no refinados están libres de estos inconvenientes.

Cereales de caja. Una investigación de Consumers International, asociación mundial de consumidores, señala: "Un estudio global muestra niveles alarmantes de azúcar y sal en muchos cereales de las dos marcas más importantes de este ramo, especialmente en los dirigidos a los niños".
El doctor Peter Dingle, autor del libro "Mi perro come mejor que tus hijos", asegura que las hamburguesas de comida rápida son un mejor alimento que los cereales para el desayuno. También la organización Westonprice, dedicada a investigar temas de nutrición, los desaprueba a causa de su exagerado procesamiento.
Bebidas refrescantes. Salvo aquellas de origen natural, la mayoría de las bebidas de este tipo incluyen algo así como diez cucharadas cafeteras de azúcar, equivalentes a unas 150 calorías. Otros de sus ingredientes pueden ser colorantes y saborizantes artificiales, cafeína y agua tratada. El caso de los refrescos de dieta no es mucho más esperanzador.
Donas. De acuerdo con Carla Wolper, nutrióloga del Centro de Investigación de Investigación sobre la obesidad de Nueva York, "lo único saludable de una dona es el agujero que tienen al centro". Además se componen de azúcar, levadura, harina, aceite, saborizantes y colorantes artificiales.

Aspartame. Utilizado como endulzante libre de calorías en muchos productos de dieta, este producto es una neurotoxina compuesta por tres ingredientes: ácido aspártico, fenilalanina y metanol, capaz de alterar el sistema nervioso central. Su consumo puede causar migrañas, temblores, pérdida de visión, dolores de pecho, asma, artritis, diarrea, vértigo, fatiga y tumores cerebrales, entre otros padecimientos.
Soja o proteína de soya. "El poroto de soja crudo contiene numerosos anti-nutrientes. Si bien el procesamiento los puede reducir, no los elimina", afirma el sitio electrónico especializado en salud The-natural-health-club.com. Entre sus aspectos negativos destacan ser anticoagulante, impedir la asimilación del magnesio, además de contar con propiedades anti-tiroides, causantes de alteraciones hormonales.
Fructosa y sacarosa. El doctor Robert Lustig, profesor de endocrinología pediátrica de la Universidad de California describe a la fructuosa como "alcohol sin la embriaguez". Tales son los daños al hígado que produce. Otras de sus consecuencias incluyen ganancia de peso, gota, presión alta colesterol alto.
El caso de la sucrosa no es mejor, puesto que se compone en un 50 por ciento de fructuosa y en un 50 por ciento de glucosa. Está presente de manera natural en las frutas, por lo que éstas tampoco deben ser consumidas de un modo exagerado. Especialmente, se deben preferir las frutas enteras sobre los jugos de fruta.
Alimentos light, bajos en grasa y de dieta. Muchos de ellos contienen aspartame, otros incluyen fructuosa o sucrosa. Pero además de esto, es un hecho que la pérdida de grasas y de azúcar vuelve a los alimentos más insípidos. Para contrarrestar esto y lograr que estos productos igualen en sabor a los naturalmente grasos y azucarados, se recurre a cantidades poco saludables de saborizantes, colorantes y edulcorantes artificiales.

INCONVENIENTES DEL CONSUMO DE CARNE

INCONVENIENTES DEL CONSUMO DE CARNE

Las enfermedades son la consecuencia de cómo nos alimentamos, no podemos pensar que llegan a nosotros caídas del cielo.
Vivir bien, significa, ingerir diariamente lo mejor que nos ofrece la naturaleza.
(Hipócrates 460 – 372 a.c.)

¿Es indispensable comer carne?
Es cosa admitida que los aminoácidos son indispensables, pero no existen solamente en los cadáveres de animales despedazados. No tengamos miedo de las palabras: el carnívoro devora efectivamente cadáveres de animales, a menudo muertos hace largo tiempo. ¿Qué inconvenientes brotan de ello?
1. La carne, es decir, el músculo, es un alimento univalente que contiene pocas vitaminas y sales minerales; su asimilación perjudica a nuestras reservas de esas substancias vitales de las que nuestra alimentación está, a menudo, poco provista, porque la industrialización parece ingeniarse en eliminarlas por refinación, cocción demasiado prolongada a altas temperaturas o tratamientos "industriales" que desvitalizan y desmineralizan los alimentos.
2. La carne encierra un exceso de proteínas (animales, por definición), lo que perturba el metabolismo y provoca la producción de toxinas (purinas o desechos úricos, causa de reumatismos).
3. Los músculos de los cadáveres contienen todos los desechos orgánicos del animal muerto y especialmente la xantina, violento veneno.
4. La carne es un excitante: esto es lo que hace que la apreciemos. Como todos los excitantes, después de la euforia sobreviene la fase depresiva y, para restablecer ese bienestar engañoso, se recurre a otros excitantes (té, café, tabaco) o a la sustancia "eufórica" por excelencia, el alcohol. El consumo de carne, de alcohol, de tabaco, de café, etc., van parejos, porque la utilización de uno produce el recurso de los demás.
5. En su forma natural, la carne es sosa, insípida, y sólo llega a ser consumible cocida, frita o asada, y siempre sazonada. Cruda no es comestible sino fuertemente condimentada, acompañada de pickles y de salsas de todo género que contienen substancias agresivas para el organismo. Ningún animal carnívoro salvaje comería carne salada o sazonada con pimienta.
6. Es imposible alimentarse con carne excluyendo todo producto vegetal. El ejemplo de los esquimales o de los kirghizos no puede ser evocado, porque esos pueblos son carnívoros por necesidad absoluta. Además, no comen únicamente los músculos sino que además beben la sangre y consumen las entrañas y los órganos. Los esquimales comen el estómago y el intestino con su contenido. La duración media de sus vidas se sitúa entre los 20 y los 26 años: mueren víctimas de arteriosclerosis causada por el exceso de carne en su alimentación. Los animales carnívoros devoran su presa entera y encuentran las proteínas, hidratos de carbono, grasa, vitaminas y sales minerales menos en los músculos que en la sangre, el hígado, el bazo, los riñones y la médula. A menudo llegan hasta a triturar los huesos, y en todo caso, los tejidos cartilaginosos.
7. Carne, huevos, pescado tienen una característica común: abandonados a sí mismos esos artículos se pudren muy pronto. La leche no "se pudre", se vuelve agria, lo que es muy diferente; en cuanto a los cereales, enmohecen o fermentan igual que las frutas y legumbres. El mayor inconveniente de la putrefacción proviene, no de la alteración del gusto, sino de las toxinas muy nocivas producidas por los bacilos de la putrefacción. El laboratorio del Instituto Americano de la Salud Pública ("Publio Health Service in USA") -que no puede ser tachado de parcialidad- ha efectuado investigaciones bacteriológicas para establecer el número medio de bacilos de putrefacción contenidos en un GRAMO de los siguientes productos:
Bife (bisteck). 1.500.000 bacterias por gramo
Carne de cerdo, 2.800.000 bacterias por gramo
Hígado de bovinos, 33.000.000 bacterias por gramo
Hamburguesas, 75.000.000 bacterias por gramo
Hígado de cerdo, 95.000.000 bacterias por gramo
Pescado, 110.000.000 bacterias por gramo
Huevos (de algunos días), 200.000.000 aproximadamente, t/m.
Pues bien, esos bacilos de la putrefacción son nuestros peores enemigos. Colonizan el intestino grueso por miles de millones, proliferan allí, modifican la flora bacteriana original que debería comprender una mayoría de bacilos de la fermentación, capaces de atacar la celulosa y que no secretan toxinas. Cuando una putrefacción se instala en el intestino grueso, las toxinas, producidas en abundancia, se filtran a través de la membrana intestinal y van a envenenar, lenta pero seguramente, todo el organismo; se convierten en la causa directa de innumerables alteraciones orgánicas debilitando el terreno y creando las condiciones favorables a la eclosión de la enfermedad. Los servicios higiénicos, después del paso de un carnívoro de "buena ley", permiten apreciar el olor, o más bien la fetidez, que se desprende de ellos. Las deposiciones normales deberían ser casi inodoras. Esta putrefacción es, a menudo, el origen del estreñimiento obstinado de que sufren tantos civilizados, porque la digestión de la carne entraña un déficit en materias fecales en el intestino, lo que perturba el peristaltismo normal. El vegetariano que se aparta de su régimen durante algunos días, constata inmediatamente un cambio de color y de olor, así como dificultad en la evacuación intestinal.
8. Agreguemos, para aquellos que lo admiten, que ingiriendo carne usted absorbe vibraciones animales que entraban el desarrollo espiritual.
“Los analfabetos del siglo XXI no serán los que no saben leer ni escribir, sino los que no saben aprender, desaprender y reaprender” Alvin Toffler

BENEFICIOS DE NO COMER CARNE

BENEFICIOS DE NO COMER CARNE

“Nada aumentaría tanto la posibilidad de supervivencia sobre la tierra,como el paso hacia una alimentación vegetariana”. Einstein.

La dieta occidental se caracteriza por su gran exceso de proteínas animales: sobre todo carne y leche de vaca. Los expertos dicen que consumimos una media del 70% más de lo necesario. La proteína cárnica tiene un prestigio exagerado y la realidad es que necesitamos muchas menos de lo que creemos. En concreto necesitamos 0,7 gr de proteína por kilo de peso. Una persona de 60 Kg. puede satisfacer las necesidades de proteína con 50 gr. de legumbres, un yogur, pan integral y una ración de frutos secos. La principal consecuencia de este exceso es que las células producen residuos tóxicos en la combustión porque las proteínas, a diferencia de otros alimentos, contienen nitrógeno y generan amoníaco. El hígado y los riñones están por tanto sobrecargados. Además estos alimentos ACIDIFICAN mucho la sangre y el medio ácido es el preferido para las enfermedades. Los alimentos sanos (frutas, verduras, etc.) lo que hacen es alcalinizar el organismo. Las dietas sin carne, o con un consumo moderado, son más saludables como la vegetariana bien realizada, la mediterránea verdadera (no la actual) o la japonesa.

"Comer es una necesidad, pero comer inteligentemente es una arte" La Rochefoucauld

BENEFICIOS FÍSICOS DE NO COMER CARNE
Se reduce el riesgo de padecer enfermedades del corazón en un 90-97%, de enfermedades crónicas un 70% (diabetes, hipertensión, etc) y de cáncer en un 40%. EEUU es la nación con más consumo de carne del mundo y una persona de cada 2 muere de enfermedades cardiovasculares. Estas enfermedades son prácticamente desconocidas en culturas de bajo o nulo consumo de carne. Se reduce la exposición a patógenos infecciosos como la Salmonella o E. Coli, que aun afectan y acaban con la vida de miles de personas en el mundo. Nos libramos de las toxinas que acompañan la carne, entre ellas metales pesados, hormonas, antibióticos y plaguicidas que se acumulan en el tejido graso y de los aditivos conservadores (nitratos del E-249 y E-252). Mayor riqueza nutricional: más fibra, vitaminas y oligoelementos. Regulación idónea del agua corporal por las frutas, verduras y jugos naturales. Mejora la circulación. Evacuaciones regulares gracias a la fibra. Se agudiza notablemente el gusto y olfato y se re-educa el paladar. Mejora la capacidad de concentración. Aumentan los niveles de energía. También podemos comentar algo curioso pero importante: la hormona de crecimiento presente en los lácteos y la carne está relacionada con la aparición precoz de la menstruación. Hace 150 años las niñas tenían su primera regla a los 17 años y ahora a los 11, lo que a su vez se ha relacionado con tasas elevadas de cáncer de pecho. Esta caída en el inicio de la pubertad se da en países industrializados pero no en países pobres donde ni se consume tanta carne, ni leche, ni se administra hormonas a los animales.

COMPORTAMIENTO
Existen investigaciones sobre la relación de la dieta en la actividad cerebral y en el comportamiento. Las tribus y las civilizaciones con una dieta rica en carnes rojas son más agresivas y temperamentales porque esta alimentación disminuye la serotonina. Y niveles bajos de esta hormona se relacionan con trastornos depresivos, irritabilidad, ira y tendencia a la agresividad. Las tradiciones religiosas pacifistas de India, Nepal y otros lugares están íntimamente relacionadas con su alimentación a base de arroz y legumbres, ricos en hidratos de carbono complejos y triptófano que favorecen la producción de endorfinas. Es decir, a mayor consumo de carne mayor agresividad.

ANATOMÍA
Dicen que anatómicamente nos parecemos mucho a los grandes simios que en general no se alimentan de carne. Los gorilas son estrictamente vegetarianos y los chimpancés algunas veces cazan pero luego vuelven a su base de dieta que es frugívora y vegetariana. Como especie no somos ni carnívoros ni herbívoros porque no somos rumiantes. Aunque nos podemos adaptar a cualquier dieta, somos básicamente frugívoros y vegetarianos. Nos han hecho creer que la dieta actual es la civilizada y más adaptada a nuestro organismo pero no es así. Hay una larga lista de diferencias entre los carnívoros y nosotros. Ellos tienen dientes largos y curvos adaptados a desagarrar carne, glándulas salivares pequeñas, un tracto digestivo corto (sólo 3 veces la longitud del cuerpo) que les permite eliminar rápidamente de su cuerpo la carne en descomposición, instinto de matar in situ, garras, orina y saliva ácidas adecuados para la carne y segregan grandes cantidades de ácidos orgánicos para digerir la carne cruda. Los seres humanos en cambio tenemos uñas achatadas y flexibles, saliva y orina alcalina, caninos minúsculos comparados con los animales carnívoros, intestinos 12 veces la longitud del cuerpo y colón enrollado que retiene el alimento en sus vellosidades mucho más tiempo y por lo tanto fermenta o produce putrefacción y el estómago segrega pobre cantidad de ácido clorhídrico que difícilmente le capacita para digerir estas proteínas. Además, el hombre moderno también tiene aversión a la carne cruda y las vísceras y por ello, si tuviésemos que matar nosotros a los animales, nos volveríamos vegetarianos directamente. De hecho, es lo que pasa a muchas personas cuando visitan los mataderos.

ETICA
Pero la verdad es que no deberíamos necesitar ninguno de los anteriores argumentos para no comer carne. Aunque la carne fuese sana, sostenible y adaptada a nuestro cuerpo, no tendría sentido su consumo (habiendo otras opciones) por una sencilla razón: no comemos cadáveres de seres vivos que sienten y mucho menos creamos campos de concentración que haga su vida miserable hasta el extremo. Por corazón, sensibilidad, amor, conciencia y por respeto a la naturaleza y a la Vida. Y porque la Ética no es divisible, para humanos sí y animales no, sino que es para todos. No es casual que todos los grandes profetas y pensadores fueran vegetarianos: Buda, Zoroastro, Pitágoras, Jesucristo y que también haya muchos vegetarianos ilustres en la historia: Kafka, Thomas Mann, Gaudi, Bernard Shaw, Tolstoi, Gandhi, etc.

“Los animales son mis amigos y ¡yo no me como a mis amigos¡”Bernard Shaw