jueves, 18 de marzo de 2010

OBESIDAD INFANTIL Y ACTIVIDAD FISICA

OBESIDAD INFANTIL Y ACTIVIDAD FISICA
De acuerdo con la OMS la obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más importante del siglo XXI. www.who.int/dietphysucalactivity/en/

La obesidad infantil se relaciona con enfermedades tan serias como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares en la edad adulta. Asegurar una adecuada actividad física en los niños es un factor clave en la prevención de la obesidad infantil. El fisioterapeuta es un profesional experto en movimiento y ejercicio y en su adecuado uso en la prevención de los problemas de salud, los fisioterapeutas pediátricos están especializados en el trabajo con niños.

HECHOS EN LA OBESIDAD INFANTIL
La OMS define la obesidad como un valor del Índice de Masa Corporal superior a un valor 30.La obesidad infantil afecta a todas las capas sociales y económicas y se está extendiendo a las zonas urbanas de los países en desarrollo.
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/en/

En 2007 aproximadamente 22 millones de niños por debajo de los 5 años tenían sobre peso en el mundo. Más del 75% de ellos vivían en países en vías de desarrollo. http://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood/en/

El crecimiento de la obesidad infantil está siendo causada por un cambio de dieta hacia alimentos de alta energía ricos en grasas y azucares y una tendencia a la disminución de los niveles de actividad física. http://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood/en/

La organización mundial de la salud recomienda 60 minutos de actividad física moderada o intensa al día para los niños entre los 5 y los 18 años. La actividad física moderada incluye marcha a paso ligero y andar en bicicleta en terreno llano. El ejercicio intenso es aquel que hace jadear y sudar, incluye deportes como correr o jugar al futbol y actividades como el baile intenso.
http://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood_what_can_be_done/en/index.html

Todos los días los niños en edad preescolar deberían desarrollar un mínimo de 60 minutos de actividad física libre (no-estructurada) y no deberían permanecer sedentarios más de 60 minutos seguidos salvo para dormir.
The National Association for Sport and Physical Education in the United States, from
their statement of physical activity guidelines for children birth to five years.
http://www.aahperd.org/naspe/template.cfm?template=ns_active.html

Una revisión sistemática publicada en el British Medical Journal buscó los procedimientos que más aumentaban el nivel de actividad física en niños. Se encontró evidencia de que para los adolescentes las intervenciones que incluyen a la escuela ( o instituto), la familia y la comunidad tienen mejor resultado.
http://www.bmj.com/cgi/content/full/bmj.39320.843947.BEv1

Una revisión de la evidencia sobre el efecto de la actividad física en el desarrollo del niño en edad preescolar concluyó que la disponibilidad de áreas de juego en exteriores y la implicación y participación de los adultos son determinantes para potenciar el ejercicio.
Timmons BW et al. Physical activity for preschool children - how much and how? Can
J Public Health. 2007; 98 Suppl 2:S122-34. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/18213943

Un estudio de hogares australianos encontró que los niños preescolares realizaban más ejercicio en exteriores si sus padres practicaban ejercicio, tenían patio o jardín, tenían equipamiento para jugar en exteriores disponible y tenían reglas y horarios definidos para ver la televisión.
Spurrier NJ et al. Relationships between the home environment and physical activity
and dietary patterns of preschool children: a cross-sectional study. Int J Behav Nutr Phys Act.2008; 30;5:31. http://www.ijbnpa.org/content/5/1/31

Los niños con enfermedades o discapacidad tienen más restringida la participación en actividades físicas y tienen mayores niveles de obesidad que sus coetáneos. Encontrando estructuras de apoyo que permitan su participación se obtienen ventajas psicológicas, sociales y físicas. Profesionales como los fisioterapeutas se encuentran en una posición adecuada para orientar las actividades más adecuadas en cada caso.
Murphy NA et al. Promoting the participation of children with disabilities in sports,
recreation, and physical activities. Pediatrics. 2008; 121(5):1057-61
http://aappolicy.aappublications.org/cgi/content/full/pediatrics;121/5/1057

Obesidad y sobrepeso

Obesidad y sobrepeso

La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

El índice de masa corporal (IMC) —el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2)— es una indicación simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos, tanto a nivel individual como poblacional.

El IMC constituye la medida poblacional más útil del sobrepeso y la obesidad, pues la forma de calcularlo no varía en función del sexo ni de la edad en la población adulta. No obstante, debe considerarse como una guía aproximativa, pues puede no corresponder al mismo grado de gordura en diferentes individuos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como un IMC igual o superior a 30. Estos umbrales sirven de referencia para las evaluaciones individuales, pero hay pruebas de que el riesgo de enfermedades crónicas en la población aumenta progresivamente a partir de un IMC de 21.

Los nuevos Patrones de crecimiento infantil presentados por la OMS en abril de 2006 incluyen tablas del IMC para lactantes y niños de hasta 5 años. No obstante, la medición del sobrepeso y la obesidad en niños de 5 a 14 años es difícil porque no hay una definición normalizada de la obesidad infantil que se aplique en todo el mundo. La OMS está elaborando en la actualidad una referencia internacional del crecimiento de los niños de edad escolar y los adolescentes.

Datos sobre la obesidad y el sobrepeso
Los últimos cálculos de la OMS indican que en 2005 había en todo el mundo:

Aproximadamente 1600 millones de adultos (mayores de 15 años) con sobrepeso.
Al menos 400 millones de adultos obesos.
Además, la OMS calcula que en 2015 habrá aproximadamente 2300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones con obesidad.

En 2005 había en todo el mundo al menos 20 millones de menores de 5 años con sobrepeso.

Aunque antes se consideraba un problema exclusivo de los países de altos ingresos, el sobrepeso y la obesidad están aumentando espectacularmente en los países de ingresos bajos y medios, sobre todo en el medio urbano.

¿Cuáles son las causas de la obesidad y el sobrepeso?
La causa fundamental de la obesidad y el sobrepeso es un desequilibrio entre el ingreso y el gasto de calorías. El aumento mundial del sobrepeso y la obesidad es atribuible a varios factores, entre los que se encuentran:

La modificación mundial de la dieta, con una tendencia al aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes.
La tendencia a la disminución de la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchos trabajos, a los cambios en los medios de transporte y a la creciente urbanización.
¿Cuáles son las repercusiones frecuentes del sobrepeso y la obesidad en la salud?
El sobrepeso y la obesidad tienen graves consecuencias para la salud. El riesgo aumenta progresivamente a medida que lo hace el IMC. El IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades crónicas, tales como:

Las enfermedades cardiovasculares (especialmente las cardiopatías y los accidentes vasculares cerebrales), que ya constituyen la principal causa de muerte en todo el mundo, con 17 millones de muertes anuales.
La diabetes, que se ha transformado rápidamente en una epidemia mundial. La OMS calcula que las muertes por diabetes aumentarán en todo el mundo en más de un 50% en los próximos 10 años.
Las enfermedades del aparato locomotor, y en particular la artrosis.
Algunos cánceres, como los de endometrio, mama y colon.
La obesidad infantil se asocia a una mayor probabilidad de muerte prematura y discapacidad en la edad adulta.

Muchos países de ingresos bajos y medios se enfrentan en la actualidad a una doble carga de morbilidad:

Siguen teniendo el problema de las enfermedades infecciosas y la subnutrición, pero al mismo tiempo están sufriendo un rápido aumento de los factores de riesgo de las enfermedades crónicas, tales como el sobrepeso y la obesidad, sobre todo en el medio urbano.
No es raro que la subnutrición y la obesidad coexistan en un mismo país, una misma comunidad e incluso un mismo hogar.
Esta doble carga de morbilidad es causada por una nutrición inadecuada durante el periodo prenatal, la lactancia y la primera infancia, seguida del consumo de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y con escasos micronutrientes, combinada con la falta de actividad física.
¿Cómo reducir la carga de obesidad y sobrepeso?
La obesidad, el sobrepeso y las enfermedades relacionadas con ellos son en gran medida evitables.

A nivel individual, las personas pueden:

Lograr un equilibrio energético y un peso normal.
Reducir la ingesta de calorías procedentes de las grasas y cambiar del consumo de grasas saturadas al de grasas insaturadas.
Aumentar el consumo de frutas y verduras, legumbres, granos integrales y frutos secos.
Reducir la ingesta de azúcares.
Aumentar la actividad física (al menos 30 minutos de actividad física regular, de intensidad moderada, la mayoría de los días). Para reducir el peso puede ser necesaria una mayor actividad.
La puesta en práctica de estas recomendaciones requiere un compromiso político sostenido y la colaboración de muchos interesados, tanto públicos como privados. Los gobiernos, los asociados internacionales, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado tienen funciones fundamentales que desempeñar en la creación de ambientes sanos y en hacer asequibles y accesibles alternativas dietéticas más saludables. Esto es especialmente importante para los sectores más vulnerables de la sociedad (los pobres y los niños), cuyas opciones con respecto a los alimentos que consumen y a los entornos en los que viven son más limitadas.

Las iniciativas de la industria alimentaria para reducir el tamaño de las raciones y el contenido de grasas, azúcares y sal de los alimentos procesados, incrementar la introducción de alternativas innovadoras, saludables y nutritivas, y reformular las actuales prácticas de mercado podrían acelerar los beneficios sanitarios en todo el mundo.

La estrategia de la OMS para prevenir el sobrepeso y la obesidad
La Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, adoptada por la Asamblea de la Salud en 2004, describe las acciones necesarias para apoyar la adopción de dietas saludables y una actividad física regular. La Estrategia pide a todas las partes interesadas que actúen a nivel mundial, regional y local, y tiene por objetivo lograr una reducción significativa de la prevalencia de las enfermedades crónicas y de sus factores de riesgo comunes, y en particular de las dietas poco saludables y de la inactividad física.

La labor de la OMS en materia de dieta y actividad física es parte del marco general de prevención y control de las enfermedades crónicas que tiene el Departamento de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud, cuyos objetivos estratégicos consisten en: fomentar la promoción de la salud y la prevención y control de las enfermedades crónicas; promover la salud, especialmente entre las poblaciones pobres y desfavorecidas; frenar e invertir las tendencias desfavorables de los factores de riesgo comunes de las enfermedades crónicas, y prevenir las muertes prematuras y las discapacidades evitables debidas a las principales enfermedades crónicas.

Esta labor es complementada por la del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo, cuyos objetivos estratégicos consisten en fomentar el consumo de dietas saludables y mejorar el estado nutricional de la población a lo largo de toda la vida, especialmente entre los más vulnerables, para lo cual proporciona apoyo a los países para que elaboren y apliquen programas y políticas nacionales intersectoriales de alimentación y nutrición que permitan hacer frente a la doble carga de enfermedades relacionadas con la nutrición y contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Obesidad infantil en México

Obesidad infantil en México
La ingesta de comida chatarra y altamente industrializada, así como una mayor tendencia al sedentarismo son los tres factores principales que provocan obesidad en el 25% de los niños del país, problema que se acrecienta en las grandes ciudades, como el Distrito Federal y Monterrey.

Reportes de la Academia Mexicana de Pediatría evidencian la gravedad de este problema. En cuanto a su regionalización, indica que el problema se resiente más en los estados del norte, seguidos por el centro de la República y por último las entidades del sur. A nivel estatal, el Distrito Federal ocupa el primer sitio, seguido Monterrey, en Nuevo León.

Las tres causas fundamentales de la obesidad son: primero, el consumo de alimentos industrializados, en donde se incluye todo lo que es considerado comida rápida; la segunda causa son los alimentos comerciales -golosinas, refrigerios empacados--; y en tercer lugar los estilos de vida como el sedentarismo, las aficiones a videojuegos, televisión o Internet.

Para lograr que el niño crezca nutrido sin exceso de peso, los padres deben asumir buenos hábitos alimenticios. En caso de que el problema ya haya aparecido, será necesario cambiar los estilos de vida de toda la familia.

Esto sólo se logrará mediante la atención que se brinde al menor, ya que se debe estar pendiente de su desarrollo, ver cómo y qué está comiendo, qué ejercicios e interacción social tiene y cómo podemos modificar sus actividades en caso necesario, además de establecer horarios de comida y conocer bien los alimentos a fin de consumir los que aporten los valores nutricionales indispensables.

No hay necesidad de que se quiten productos de la dieta, sólo hay que racionarlos. Tampoco se debe ir al extremo de evitar las tortillas, el pan o las pastas; sólo comerlos de manera controlada. Lo que sí se debe suprimir es el consumo de alimentos chatarra o comida rápida y, también muy importante, promover la actividad física de los niños, incluso con toda la familia.

Es muy importante detectar desde el nacimiento si el niño tiene propensión a la obesidad, lo cual es posible si se considera el peso que tuvo al nacer y se le coteja con el que registre durante su desarrollo, para lo cual es necesario monitorearlo con las tablas nutricionales.

En caso de que no se logre controlar el sobrepeso del bebé o del niño y éste supere el 50% del nivel ideal, será necesario el apoyo de un nutriólogo para ayudar a controlar el problema.

Para una forma rápida de conocer el peso ideal se debe multiplicar su edad por dos y luego sumarle ocho: un ejemplo es: en un niño de 5 años se multiplica este número por 2, lo que nos da 10; a esta cifra le sumamos 8 y nos dará como peso ideal 18 kilos. De esta cifra resultante se puede dar un margen de 3 kilos menos, de acuerdo a la constitución física del niño.

Cuando el niño ya tiene un problema de obesidad, primero hay que detectar en cuantos kilos por encima del peso ideal se encuentra; después, qué hábitos está siguiendo y por último acudir con un nutriólogo para que los padres reciban las indicaciones necesarias, ya que los niños no pueden seguir una dieta como tal. Por ello, es muy importante que la familia completa hable con el especialista, pues las recomendaciones las deben seguir todos, no sólo el paciente.