domingo, 11 de enero de 2009

Efectos metabólicos de los AGT

Desde la década de los ´80 al presente, numerosos trabajos de investigación se han realizado con el propósito de conocer el posible efecto de los isómeros trans de los ácidos grasos mono y polietilenicos sobre el metabolismo celular.

Ratas (27), conejos (28), cerdos (29) y también seres humanos (30), han sido motivo de estudio. Células miocárdicas (31), de la corteza adrenal (32), hepatocitos (33), adipocitos (34), plaquetas (35) y fibroblastos (36) han sido utilizados para evaluar el posible impacto sobre distintos procesos celulares como: glucólisis (34), biosíntesis de ácidos grasos (37), oxidación (38), desaturación (39), cetogénesis (40), absorción intestinal de colesterol (41), síntesis de colesterol (42), síntesis de receptor B-E (43), ciclo de Krebs (28).

El aporte de AGT, ya sea por la dieta o a través de incubaciones celulares o subcelulares produce en distintos grados su incorporación en fosfolípidos, triacilglicéridos y ésteres de colesterol, desplazando a los isómeros cis. (44) (33) Cuando estos lípidos están formando parte de membranas, estas se modifican, alterando así sus múltiples funciones.

Cuando la incorporación de trans dietilénicos se produce en fosfatidil colina, se genera una disminución de ácidos esenciales indispensables para la normal síntesis de eicosanoides.

Es importante destacar el hallazgo de Zavenbergen, quien demostró que cuando a ratas alimentadas con altas cantidades de AGT, se le incrementaba el aporte de ácido linoleico, se prevenía el efecto inhibitorio de la síntesis de eicosanoides (45).

Algunas de las alteraciones de procesos metabólicos que han podido demostrarse por aporte de AGT son: disminución de la función mitocondrial, inhibición de la glucólisis y estimulación de la lipogenesis en adipocitos, alteración de los receptores LDL, estímulo de la agregación plaquetaria, aumento de la cetogénesis, inhibición del metabolismo de los PUFA (por inhibición de la 6 y 5 desaturasas), aumento en la síntesis de colesterol.

En humanos es posible encontrar depósitos de AGT en tejidos, como adipocitos (46) y miocardio (47). Las concentraciones halladas se correlacionan directamente con su consumo , como así también a la presencia de lesiones ateroscleróticas objetivadas por angiografía (48). Respecto a la aterogénesis, las dietas ricas en AGT producen aumento de las concentraciones plasmáticas de LDL, Colesterol , Apolipoproteína B y Lipoproteína (a) y una disminución, menos constante, de HDL y Apolipoproteína AI. (5).

El estudio Seven Countries Study , en el cual 12763 hombres representando a 7 países fueron seguidos durante 25 años, demostró inequívocamente que el porcentaje de ácidos grasos saturados como de AGT contenidos en la dieta correlaciona fuertemente con la concentración de colesterol en el plasma de una población.(49)



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